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Normalmente, antes de cada post, me gusta contarles sobre la historia del lugar que he visitado, en este caso Emiratos Árabes. Para comenzar, quiero contarles que este país està compuesto por 7 Emiratos, de los cuales los màs famosos son Dubái y Abu Dhabi, este último es donde se encuentra el Gobierno Federal y es la capital del petróleo. Dubái es el principal puerto comercial e industrial del país y Ajmán, Umm al Qaiwain, Ras al Khaimah, Al Fujairah y Sharjah son los demás. Està ubicado en Oriente Medio (Golfo Pérsico). Cada Emirato es regido por su 'emir' (título nobiliario de los jeques) con poderes específicos y con un grado importante de independencia.
La historia del país cambia en 1958 cuando fue descubierto el petróleo y no es solo si no hasta 1971 que logra independizarse de Gran Bretaña que empieza a cambiar su historia y las ciudades empiezan a transformarse. Hoy el petróleo es la principal fuente de ingresos. No obstante, cada Emirato es un mundo aparte, Dubái y Abu Dhabi son los màs modernos y se permiten algunas libertades para los turistas, pues la religión musulmana es estricta, y en estas dos ciudades sólo es permitido el consumo de alcohol al interior de los hoteles y tienen cero tolerancia al consumo de droga en el país.
Para llegar a Dubái, salimos desde Estambul con unas 8 horas de vuelo, volamos en la aerolínea mas famosa del país (había que hacerlo) EMIRATES y, como se podrán imaginar, fue único, no fuimos en primera clase, pero la clase turista estuvo muy buena y la comida, también.
La llegada a Dubái para mì fue un poco rara, pues, literalmente, es una ciudad construida en el desierto, se me parece como un New York (Manhattan), pero nuevo, donde edificios gigantes están a lado y lado y carros de grandes marcas corren por la inmensas autopistas. Para mì, como colombiana, debo admitir que fue un poco chocante, en estas ciudades todo lo quieren hacer en grande: la torre más alta, el hotel más lujoso, la mezquita más imponente, etc. Esto, sin duda, cuando vienes de un país tercermundista choca, pues sabemos de las carencias de muchas gente y ver tanto de todo y saber que otros lo necesitan impacta mucho.
En el país, estuvimos 5 días y, la verdad, es tiempo suficiente para hacer de todo. Los hoteles son divinos, con piscinas que puedes disfrutar por su clima (nosotros fuimos en marzo 2015).
La visita comienza con Bastakyia, el barrio antiguo de Dubái. Después, hay que conocer un poco más sobre la historia de la ciudad en la visita del museo de Dubái, situado en la antigua fortaleza de Al-Fahidi. De ahí se hace un recorrido en un taxi local acuático, para cruzar el canal, y se puede ser testigo de una espectacular vista. Al otro lado, nos esperaba el mercado de las especias y el del oro, lugares ideales para perderse y comprar alguno que otro suvenir de la ciudad. Allí es el momento perfecto para comprar regalos para lo demás, o cosas únicas que suelo comprar en los viajes, zapatos, carteras, todo divino y bastante asequible.
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El recorrido continúa en la Jumeirah, donde está la gran Gran Mezquita, estructura en homenaje a la arquitectura islámica moderna. Allí cerca está el tan esperado y famoso Hotel Burj Al Arab, así como también el Atlantis Hotel, situado en la media luna de la Palmera. En este lugar las fotos son infaltables, ves la playa y la imponente Vela que es insignia de Dubái, el clima es cálido y muy agradable.
Como les comentaba, en los recorridos ves a lado y lado imponentes edificios, unidades residenciales y siempre al fondo el Burj Khalifa (con 828 metros de altura, es la estructura más alta de la que se tiene registro en la historia o hasta la fecha). Al medio día subimos a un restaurante giratorio, donde puedes ver todo Dubái, 360 grados, experiencia bastante chévere y la comida es deliciosa. Saliendo de allí, otro atractivo es la marina de Dubái, también llena de edificios divinos. Ese día montamos en metro para ver toda la extensión de la palmera artificial que permite ver de cerca las islas y la conformación de las mismas.
Al finalizar la tarde, cenamos en el mall Dubái que te permite ver uno de los atractivos más lindos de esta visita. Además de la torre más alta del mundo junto al atardecer de la ciudad, allí hay unas fuentes que bailan al ritmo de la música árabe, tengo que decir que fue mágico. (ver video).
Al otro día, teníamos un día libre y decidimos tomar la excursión a Abu Dhabi, esta costaba 100 euros, que no estaba incluido en el valor del plan que teníamos a Dubái. Esta es otra visita imperdible y, al igual que Dubái, la ciudad es un atractivo en sí. En ella se encuentra una de las mezquitas más lindas del mundo, esta se llama Mezquita Sheikh Zayed, comúnmente conocida como la Gran Mezquita. Sin lugar a dudas, una de las más (o la más) impresionante.
Al llegar a esta mezquita, el blanco ilumina tu mirada, diariamente recibe numerosas visitas y debes ir totalmente cubierto en las piernas, brazos y las mujeres con su chalina para cubrir su cabeza, de lo contrario no podrás ingresar a la misma. Su interior te dejará sin palabras: pisos, techos y paredes de mármol, acabados y lámparas con baño en oro. En su interior la alfombra es la más grande que existe en el mundo y, como toda mezquita, te ofrece un lugar único para la reflexión y oración. Recorrerla es única y es un verdadero privilegio estar allí por un par de horas.
Abu Dhabi también ofrece playas únicas, un mar azul claro, arena blanca enmarcadas con los rascacielos construidos en las últimas décadas en la ciudad. Como en Dubái se puede comer muy bien, la ciudad es muy turística y tiene algunos de los mejores hoteles del mundo. También cuenta con el único parque temático de la marca de carros de Ferrari, toda una experiencia para los amantes de la velocidad y de la reconocida marca.
Después de pasar un día en Abu Dabhi, por la noche disfrutamos de un paseo en un barco tradicional árabe, el Dhow, realizando un crucero por el creek de Dubái. En el barco das una vuelta al Golfo y ves la ciudad desde otro ángulo mientras disfrutas de una agradable cena.
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Al tercer día nos fuimos de playa, los grandes hoteles ofrecen camas de alquiler, bebidas y toda una infinidad de actividades para la playa. Nosotros íbamos preparados con música, una botella de ginebra fría y la idea era alquilar una cama para pasar la mañana. Este espacio nos vino bien, pues ya llevábamos casi dos semanas de recorrido, largos vuelos y todos los días madrugando mucho.
En la tarde, para mí una de las actividades más espectaculares que he hecho en mi vida (creo que les repito esto cada vez en cada viaje), ha sido el safari en el desierto a bordo de 4X4 una ¡Toda una nota de paseo! Los conductores son expertos choferes que deben certificarse para manejar los carros en el desierto, ya que deben tener cierta experticia para correr y bajar por las dunas. La experiencia es tipo James Bond, ¡pues vas con 15 camionetas a toda velocidad bajando por la dunas y la música (tipo persecución) hace que cada caída sea más intensa! Como digo, es una experiencia única, además ves el atardecer como pocos, hasta llegar a la zona de camping (tiendas en el desierto), así como te lo imaginas en la mitad de la nada y pleno desierto, camellos, narguilas, mujeres pitando las manos y danzas típicas del lugar, cojines en piso y por supuesto comida típica. Experiencia única e inolvidable. De regreso llegas tarde en la noche al hotel después de una cena deliciosa y dos horas de bailes típicos árabes.
Nuestro último día me encantó, pues fuimos al tercer Emirato, Sharjah. Sin embargo, camino hacia allá es como cambiar a otro mundo, nada de rascacielos, y esas grandes avenidas, las mujeres en la calle todas vestidas normales con su cabeza tapada y definitivamente mucho más conservador que Dubái y Abu Dhabi. En esta visita nos dirigimos al Museo de Civilización Islámica. Personalmente, esta cultura tiene algo que me atrapa, entenderla y respetarla en la medida que la he ido conociendo me ha encantado. Allí ves la evolución de la religión, conoces cuáles son los 5 pilares del Islam y empieza muchas de las cosas que no entendemos de esta religión a tener sentido, cosa que nos cuesta a los occidentales. En esta visita contamos con un guía sólo para nosotros, pues para sorpresa nuestra no es una excursión que mucha gente elija. ¡Para terminar y rumbo a Dubái el país nos despide con una tormenta de arena…así de película! ¿No?
Nuestro último día me encantó, pues fuimos al tercer Emirato, Sharjah. Sin embargo, camino hacia allá es como cambiar a otro mundo, nada de rascacielos, y esas grandes avenidas, las mujeres en la calle todas vestidas normales con su cabeza tapada y definitivamente mucho más conservador que Dubái y Abu Dhabi. En esta visita nos dirigimos al Museo de Civilización Islámica. Personalmente, esta cultura tiene algo que me atrapa, entenderla y respetarla en la medida que la he ido conociendo me ha encantado. Allí ves la evolución de la religión, conoces cuáles son los 5 pilares del Islam y empieza muchas de las cosas que no entendemos de esta religión a tener sentido, cosa que nos cuesta a los occidentales. En esta visita contamos con un guía sólo para nosotros, pues para sorpresa nuestra no es una excursión que mucha gente elija. ¡Para terminar y rumbo a Dubái el país nos despide con una tormenta de arena…así de película! ¿No?
Tips:
*Subir al Burj Khalifa te cuesta alrededor de 100 dólares no dudes en pagarlos
*Una cena en el Burj Al Arab (vela) te puede costar 260 dólares, hay que hacer reserva con anticipación, mi consejo no dejes de hacerlo, estas son experiencias que hay que vivir, la comida es divina, platos de oro y hasta el postre tiene decoraciones en oro, cosas únicas que probablemente no volverás a vivir tan fácilmente.
*Dubai y Abu Dhabi son ciudades muy turísticas y puedes vestir como quieras, no obstante trata de seguir las tradiciones del país, y por respeto siempre lleva una chalina para cubrir tu cabeza en el caso que sea necesario.