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Argentina parte IV: Bariloche entre Lagos!

Nuestra salida fue desde Buenos Aires, el viaje era largo, ya que hay 1594 Kilómetros entre estas dos ciudades. Para llegar allá como a otros destinos del país lo mejor es usar Aerolíneas Argentinas y el vuelo dura un poco mas de dos horas.

Fuimos tres días, nos quedamos en un hotel precioso, muy cerca de la calle principal y fue lo mejor, pues de salida de Buenos Aires nos robaron la maleta donde traíamos toda la ropa de invierno, y llegamos directo a comprar abrigos para los días que estaríamos allí.

Bariloche según nos dicen en cada estación del año cambia su paisaje pero nunca defrauda, es un lugar para los enamorados y definitivo si vas de luna de miel, este podría ser un lugar perfecto para disfrutar un destino inolvidable.

Bariloche es famoso por sus chocolates y la verdad tiene una oferta gastronómica muy buena e íbamos advertidos que debíamos comer cordero patagónico si o si. La primera noche nos dirigimos a comer a uno de los restaurantes mas conocidos, La Familia Weiss, un restaurante acogedor en madera y chimenea. Como se debe hacer a mi criterio si estas de paseo en una zona, hay que comer comida de la region y esta opción te deja seducir por su cocina regional, situado en un chalet de la montaña y un excelente servicio de su personal, pasamos una noche deliciosa.

Al otro día muy madrugados la excusión era de todo un día, desde las 9:00 a.m a las 6:00 p.m, e iríamos a conocer el Cerro Tronador y el Ventisquero Negro.

El cerro Tronador es un volcán geológicamente activo, su última erupción es desconocida aunque se piensa que habría ocurrido hace más de 10.000 años, por lo cual estaría en proceso de erosión. Se encuentra en la zona sur de la Cordillera de los Andes, en la frontera entre Chile y Argentina. Separa dos parques nacionales: el Vicente Pérez Rosales en la provincia de Llanquihue, Chile, y el Nahuel Huapi, en Río Negro y Neuquén, Argentina.

De camino al Cerro Tronador paramos en el Rio Manso Medio, en el mirador del Lago Mascardi, también se hizo una parada a la Isla Corazón y luego llegamos al Glaciar Manso y al Ventisquero Negro, que es un glaciar que arrastra tierra y barro y por eso su color y el recorrido finalizo en el Cerro Tronador.

De almuerzo fuimos al quincho y nos comimos un choripan delicioso con una vista única del cerro nevado. De regreso a Bariloche el día cae, y a pesar de que te llevan en un autobús muy cómodo el cansancio al final del día se siente, por lo que cenamos en el Hotel ya que además madrugábamos a la excursión del siguiente día muy temprano.

Al siguiente día la excursión fue al Cerro Campanario, en él debes subir a la cima en una aerosilla o está la opción de subir caminando, nosotros lo hicimos en la aerosilla y fue de locos una vista única y una verdadera experiencia, una vez arriba el paisaje es espectacular, en Bariloche dicen que es uno de los mejores 7 paisajes del mundo.

En la cima hay una confitería, donde nos tomamos un café con un alfajor artesanal y firmamos el libro de visitantes.

De regreso acabamos de conocer y recorrer Bariloche, desde cualquier punto sus vistas son espectaculares, para finalizar y no quedarnos con las ganas, fuimos a comer el famoso cordero patagónico que efectivamente no defraudó, espectacular y obvio acompañado de su buen vino.

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